Los personajes de esta historia cuentan la situación en la que viven, trabajan, el abuso por parte de sus patrones como también las condiciones precarias en las que están sus viviendas.
Al comienzo se muestra paralelamente como una joven se prepara un mate con la yerba cosechada y trabajada por ellos. Los conflictos que se desarrollan son el pedido de un chico de 16 años y el de una mujer a su patrón que los traslade en su camioneta pero a lo que este responde que no en las dos ocasiones. (El joven tenía que ir al colegio y la mujer se descompuso).
Esta producción se realizó con vecinos de la ciudad de Jardín América de la Provincia de Misiones, característica de esta Fundación,-como lo indica su nombre-, quienes participan de los cortos o largometrajes son vecinos de distintos pueblos y/o ciudades de la Argentina.
Y es acá cuando me surgió la pregunta ¿se generan productos audiovisuales en Argentina que produzcan material contrahegemónico en relación a los productos de los medios masivos de comunicación?
Es preciso que definamos hegemonía cultural, según Gramsci las clases dominantes logran ejercer el poder sobre las clases sometidas a través del sistema educativo, las instituciones religiosas, y medios de comunicación. A través de estos medios las clases dominantes "educan" a los dominados para que estos vivan su sometimiento y la supremacía de los primeros como algo natural y conveniente.
Pero encuentro en este film una forma de resistencia a esa dominación, a través de la visibilización de ese padecimiento y el comienzo de lucha de los trabajadores por cambiar la situación en la que se encuentran.
Una lucha que no es nueva pero que el problema no se termina. Comenzó con las investigaciones de Rafael Barret "Lo que son los yerbales" (1910) , o "La Argentina ya no toma mate" de Rodolfo Walsh publicado en el n°43 de la Revista Panorama (1966) o el informe especial "201 kilómetros a pie" en la revista Hecho en Buenos Aires (2014).
Nuevas formas de contar historias
La Fundación Cine con Vecinos nace en la década del ´90, y tiene la particularidad de contar y narrar historias cotidianas que viven diferentes pueblos.
Esta tiene sede legal en Buenos Aires pero tuvo su origen en Saladillo un pueblo del centro de la Provincia de Buenos Aires.
Entiendo a esto de contar historias de los vecinos como una critica al contexto que se vivía en ese entonces donde la idea de lo nacional y el mirar hacia adentro, mirar las problemáticas que estaban ocurriendo en nuestro país y dejar de depender de países extranjeros.
También creo que con esta crítica la Fundación con Vecinos busca la identidad de los pueblos de la Argentina, como lo entiende Sergio Wolff: "Cuando se dice identidad en términos de cine, de lo que se habla es de identificación. Es decir de cuanto y como se reconocen en los films los distintos públicos de un país".
Es una forma de irrupción lo que genera esta Fundación, que cuenta con el apoyo del INCAA, irrupción en el sentido como lo expresa Cella (...)"como un período de aceleración histórica en el cual se producen innovaciones en todo los órdenes desde las formas de la sociabilidad, la vida cotidiana, la moral, las costumbres, instituciones, formas artísticas, prácticas políticas, imágenes y medios de expresión y comunicación hasta el sentido de la vida y las relaciones de poder".
Es necesario que el cine y las producciones social sean un espacio donde se muestre la realidad y sea inclusiva y que las temáticas vuelvan a acercar al espectador a las problemáticas cotidianas y que generan en ellos la capacidad de criticar aquello que se mira, se escucha y se lee.
Por: María José Trezza Buezas (@majotb)
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